lunes, 22 de junio de 2015

Las siete horas de Umbanda (Deitada de Umbanda)



Dentro de la línea de Umbanda, luego de bautizado el hijo de religión y habiendo entregado su cabeza al Orixa Oxala (que siempre toma cabeza en bautismo de Umbanda) aunque con el tiempo esto varié cuando los guias comiencen a decir bajo que Orixa éstos guias trabajan. La primer Obligación de Umbanda que es llamada "Las siete horas de la Umbanda". 

La Obligación de las siete horas, está destinada a quienes están desarrollando su estado mediumnico que, queriendo iniciarse en el camino de la Umbanda para arribar al último grado que es el de "Jefe en Umbanda" o "Cacique"; realizará un retiro espiritual de 7 horas. 

Las siete horas son porque se dedicará a la meditación y la misma es considerada de una hora por cada línea de Umbanda, en silencio o batiendo tambores con los puntos cantados de cada entidad que tenemos en la umbanda. Al comenzar se realiza la marca de los Coipanes, con las 7 Pembas (tizas) de diferentes colores menos de color negro y se le lava la cabeza al hijo de religion con amasí preparado con 7 hierbas diferentes. Luego el tamborero tocara los diferentes puntos de Ogun y el hijo debera girar hasta que finalicen dichos puntos. 

A continuación el hijo de religión deberá acostarse en una cama preparada con diferentes tipos de hierbas, se ponen velas alrededor y es alli donde meditara durante siete horas. Finalizada la meditación, el tamborero, seguirá tocando el resto de los puntos, que faltan para la completar la gira de caboclo y finalmente, si el hijo ha incorporado, se le hara riscar punto a la entidad, para que se identifique. 

Al finalizar la obligación el Jefe de Umbanda puede indicar al hijo en obligación cuales son sus protectores y si el hijo ha incorporado la entidad deberá manifestar de donde viene y riscar el punto que le corresponda. 

Esta obligación es la primera, que todo iniciado en la Umbanda deberá pasar para luego continuar con los aprontamientos, que le darán el derecho a ser Cacique o Jefe de Umbanda.

domingo, 21 de junio de 2015

Abiku

Abiku, abi, “el que posee iku,” “muerte”; por lo tanto, “predestinado a la muerte” es una palabra usada para significar los espiritus de los niños que mueren antes de pubertad , y también una clase de espiritus malvados que hacen a niños morir; un niño que muere antes de doce años de la edad que es llamado un Abiku, y el espiritu , que causaron la muerte también que es llamado Abiku.

Parece ser que las zonas deshabitadas del país abundan con números de espiritus malvados o los demonios, que sufren de hambre, sed, y frío, puesto que nadie les ofrece sacrificio no tienen ningún templo, y que se están esforzando constantemente para mejorar su condición inscribiendo a los cuerpos de bebés recién nacidos. Solamente un Abiku puede entrar y detener la vida de un niño , como hay gran competición entre los Abikus para tal posición.

Cuando un Abiku ha inscrito a un niño que él toma para su propio uso, y para el uso de sus compañeros, la mayor parte de los alimento que el niño come, consumen ellos. Es las demandas incesantes que son hechas por el Abikus hambriento afuera, y que el Abiku dejado en un órgano del niño,tiene que satisfacer, que destruyen a el niño, porque el conjunto de su alimento es escaso para sus requisitos. Cuando se cree que un abiku esta lastimando a un niño adueñandose de un organo de este,acustumbran a darle el doble de comida, para todo hecho al niño es sentido por su Abiku. El Abiku dejado en un órgano, en gran parte, se identifica así llevando al niño a la muerte.Una madre que ve a su niño gradualmente el perder de peso sin una causa aparente concluye que unAbiku lo ha incorporado, que ella ha dado a luz a un Abiku, y que está siendo hambriento porque el Abiku está robando todo su alimento.

ella superticiosamente une los anillos de hierro y las campanas pequeñas por los tobillos del niño, y cuelga cadenas del hierro alrededor de su cuello. El cascabelear del hierro y el tintinear de las campanas se supone que aleja al Abiku, por lo tanto son muchos los número de niños que deben ser vistos con sus pies pesados abajo con los ornamentos del hierro.

El niño recupera a veces su salud, y entonces se cree que este procedimiento ha sido eficaz, y que el Abikus se ha conducido lejos.Sin embargo, no ocurre ninguna mejoria, o el niño crece peor, los esfuerzos de la madre para expulsar al Abiku haciendo incisiones pequeñas en el cuerpo del niño, y poniendo en esto las pimientas o las especias verdes,creyendo que de esa manera causará dolor al Abiku y hará que él salga. El niño pobre grita con dolor, pero la madre endurece su corazón en la creencia que el Abiku está sufriendo igualmente.

Si una mujer, en país yòrùbá da a luz una seria de niños fallecidos o fallecidos en edad temprana, la tradición dice que no se trata de la venida al mundo de varios niños diferentes, sino de diversas apariciones de un mismo ser (para ellos, maleficios) llamados Àbíkú (nacer-morir) que se juzga venir al mundo por un breve momento para volver al país de los muertos, órun (cielo), varias veces.
Ellos pasan así su tiempo en ir y volver del cielo para el mundo sin jamás permanecer aquí por mucho tiempo, para gran desespero de sus padres, deseosos de tener a su hijos vivos.
Esta creencia se encuentra entre los Akan, donde la madre es llamada awomawu (ella trae a los niños al mundo para morir). Los ibo llaman a los Àbíkú de ogbanje, los haucas de danwabi y los fanti kossamah.
Encontramos información al respecto de los Àbíkú en otras historias, como en Ifà, siste-ma adivinatorio de los yorubas, clasificados en 256 odus. Estas historias muestran que los Àbíkú forman sociedades en el egbá órun (cielo), precedidas por iyájansà (la madre se bate y corre) para los niños y olókó (jefe de reunión) para las niñas, y el Aláwaiyé (Rey de Awaiyé que las llevo al mundo por primera vez en su ciudad de Awayié. Allí se encuentra la floresta sagrada de los Àbíkú, donde los padres de los Àbíkú van a hacer las ofrendas para que ellos estén en el mundo.
Cuando ellos vienen del cielo para la tierra, los Àbíkú pasan los límites del cielo mediante los guardianes de la puerta, oníbodé órun, sus compañeros van con ellos hasta el lugar donde ellos dicen hasta luego. Los que parten declaran el tiempo que van a estar en el mundo y que es lo que harán. Prometen a sus compañeros que no estarán ausentes, esos niños, a pesar de todo el esfuerzo de sus padres, retornarán, para encontrarse con sus amigos en el cielo.
Los Àbíkú pueden estar en el mundo por períodos más o menos largos. Un Àbíkú niña llamada “la muerte, el castigo” declara delante de oníbodé órun que nada de lo que sus padres hagan será capaz de retenerla en el mundo, ni presentes, ni dinero, ni ropas, que le ofrezcan, ni todas las cosas que le gustaría hacer por ella atraerán su mirada, ni le agradarán.
Un Àbíkú niño, llamado ilere, dice que recusará todo alimento y todas las cosas que le quieran dar en el mundo. Él aceptará todo esto en el cielo.
Cuando Aláwaiyé llevo doscientos ochenta Àbíkú al mundo por primera vez, cada uno de ellos tenía declarado, al pasar la barrera del cielo, el tiempo que estarían en el mundo. Uno de ellos se proponía volver al cielo así tuviera visto a su madre; otro, iría esperar hasta el día en que sus padres concibieran un nuevo hijo, uno no esperaría más del día en que empezara a andar.
Otros prometen a iyájansà, que está dirigiendo la sociedad en el cielo, respectivamente, estar en el mundo siete días, o hasta el momento en que comenzase a andar o cuando el co-menzase a arrastrarse por el suelo, o cuando comenzase a tener dientes o estar en pie.
Estas historias nos dicen que las ofrendas hechas con conocimiento de causa son capaces de retener en el mundo ese Àbíkú haciéndolo olvidar de sus promesas de volver, rompiendo así el ciclo de sus idas y venidas constantes entre el cielo y la tierra, porque, una vez que el tiempo marcado para volver ya alla pasado, sus compañeros se arriesgan a perder su poder sobre él.
Es así que en estas cuatro historias encontramos ofrenda que permiten un tronco de ba-nanero acompañado de diversas otras cosas. Uno solo de los casos narrados, explica la razón de esas ofrendas: “un cazador que estaba al acecho, en un cruce de los caminos de los Àbíkú, escucho cuales eran las promesas hechas por estos Àbíkú, cuando es la época de su retorno al cielo”.
“Uno de ellos promete que dejará el mundo cuando, el fuego utilizado por su madre para preparar su comida, se apague por falta de combustible. El segundo esperará que el paño que su madre utiliza para cargarlo hasta la costa se rompa. La tercera espera, para morir, el día en que sus padres le digan que es tiempo para casarse y mori con su esposo”.
"El cazador va a visitar a las tres madres en el momento en que ellas están dando a luz a sus hijos Àbíkú y aconseja a la primera que no deje quemar enteramente la leña sobre el pote que cocina las legumbres que ella preparara para su hijo; a la segunda que no deje romper el paño que usa para cargar a su hijo a la costa, que utilice un paño de calidad diferente; a la ter-cera, que no especifique cuando será la hora, el día en que su hija deba ir para la casa de su marido”.
Las tres madres van, entonces a consultar su suerte, que les recomienda que hagan res-pectivamente las ofrendas de un tronco de bananero, de una cabra y de un gallo, impidiendo, por medio de este ritual, que los tres Àbíkú puedan mantener su compromiso. Porque, si la pri-mera instala un tronco de bananero en el fuego, destinado a cocinar la comida de su hijo, antes que se apague, el tronco de bananero, lleno de savia y esponjoso, no puede quemar, y el Àbíkú, viendo que un pedazo de leña no se ha consumido por el fuego, dice que el momento de su par-tida todavía no ha llegado. La piel de la cabra ofrecida por la segunda madre, sirve para reforzar el paño que ella usa para llevar a su hijo a la costa; el niño Àbíkú no va a ver que el paño se rasgo y no va a poder mantener su promesa. No se sabe bien el porqué del ofrecimiento del gallo, pero cuenta la historia que cuando llego la hora de decir a la hija ya una señorita, que ella debería irse para la casa de su marido, los padres no le dijeron nada y la enviaron bruscamente para la casa de él.
Nuestros tres Àbíkú no pudieron mantener la promesa que hicieron, porque las circuns-tancias que debían anunciar su partida no se realizaron tales como ellos tenían previsto en su declaración delante de oníbodé órun. Estos tres Àbíkú no van a morir más. Ellos seguirán un camino diferente.
Esta historia es comentada con algunos detalles porque ilustra bien el mecanismo de las ofrendas y de su función. No es su lado anecdótico (de leyenda) que nos interesa, pero la tenta-tiva de demostración de que en país yoruba, el destino puede ser modificado, en una cierta me-dida, cuando ciertos secretos son conocidos.
Entre las ofrendas que los retienen aquí, en la tierra, figuran, en primer plano, las plantas litúrgicas. Cinco de ellas con citadas en estas historias:

- Abíríkolo
- Agídímagbayin
- Ídí
- Ijá àgborin
- Lara pupa

Y dos plantas más son frecuentemente usadas para retener los Àbíkú y que no figuran en estas historias:

- Olobutoje
- Òpá eméré

La ofrenda de estas hojas constituye una especie de mensaje y es acompañada por ofó (encantamientos).

En países yòrùbá, los padres, para proteger a sus hijos Àbíkú e intentar retenerlos en el mundo, pueden dedicarse a ciertas prácticas, tales como hacer pequeñas incisiones en ciertas partes del niño y ahí frotar atin (un polvo negro hecho con ossum, fabas y hojas litúrgicas para este fin) o atar a la cintura del niño un ondè, talismán hecho con el mismo polvo negro, puesto en un saquito de cuero.
La acción protectora buscada en las hojas, expresada en fórmulas de encantamientos, e introducidas en el cuerpo del niño por pequeñas incisiones o fricciones, y aparte el polvo negro, contenido en el saquito de ondè, representa un mensaje no verbal, una especie de apoyo mate-rial y permanente del mensaje dirigido por los elementos protectores contra los elementos hos-tiles, siendo esa la forma de expresión menos efímera que la palabra.
En otra historia, son hechas alusiones a los xaorôs, anillos provistos de cascabeles, usa-dos en los tobillos por los niños Àbíkú, para alejar a los compañeros que intentan venir a bus-carlos al mundo y recordarles sus promesas. De hechos sus compañeros no aceptan tan fácil-mente la falta de palabra de los Àbíkú, retenidos en el mundo por las ofrendas, encantamientos y talismanes preparados por los padres, de acuerdo con el consejo de los babalawos. No siem-pre esas precauciones y ofrendes son suficientes para retener a los niños Àbíkú sobre la tierra. Iyájanjàsa es muchas veces más fuerte. Ella no deja obrar lo que las personas hacen para rete-ner y hecha todo a perder lo que las personas tuvieran preparado. Contra los Àbíkú no hay re-medios. Iyájanjàsa los traerá a la fuerza para el cielo. Los cuerpos de los Àbíkú que mueren así, son frecuentemente mutilados. A fin de que, digan, ellos pierdan sus atractivos y sus compañe-ros en el cielo no quieran bromear con ellos, sobre todo para que los espíritus de los Àbíkú, maltratados de este modo, no deseen más venir para el mundo.
Estos niños Àbíkú reciben en su nacimiento, nombres particulares. Algunos de esos nombres son acompañados de saludos tradicionales. Ellos pueden ser clasificados:
-Tener nombres que establezcan su condición de Àbíkú.
-Tener nombres que les aconsejan o les suplican que permanezcan en el mundo.
-Tener indicaciones de que las condiciones para que los Àbíkú vuelvan no son favorables.
-Tener la promesa de buen tratamiento, en caso que ellos se queden en el mundo.
La frecuencia con que se encuentra, en países yòrùbá, estos nombres en adultos o viejos que gozan de buena salud, muestra que muchos Àbíkú están en el mundo gracias, piensan las almas piadosas, a todas esas precauciones, a la acción de Òrúnmìlà, y la intervención de los ba-balaôs.

Algunos nombres dados a los ÀBÍKÚ

Aiyédùn - la vida es dulce.
Aiyélagbe – Nosotros estamos en el mundo.
Akúji – Lo que está muerto, despierta.
Bánjókó – Siéntate conmigo.
Dúrójaiyé – Estoy para gozar la vida.
Dúróoríìke – Quédate, tú serás mimada.
Èbèlokú – Suplica, para que se quede.
Ilètán – La tierra se acabo (no hay más tierra para enterrarlo).
Kòjékú – No es consciente en morir.
Kòkúmó –No muere más.
Kúmápáyìí –La muerte no lleva a este de aquí.
Omotúndé –El niño volvió.
Tìjúikú –Avergonzado de la muerte (no deja que la muerte te mate).

Historia de IFÁ

- Es preciso cuidar de los Àbíkú, sino ellos vuelven para el cielo.
- Las ofrendas pueden retener a los Àbíkú en el mundo.
- Subterfugios para retener a los Àbíkú en el mundo.
- Mosetán está en el mundo.
- Olóìkó es el jefe de la sociedad de los Àbíkú.
- Asejéjejaiyé está en el mundo, por décima secta vez el viene.
- Los Àbíkú llegan por primera vez en Awaiyé.
- Íyájanjàsá no dejan a los Àbíkú estar en el mundo.

Las ceremonias para los Àbíkú parecen ser poco frecuentes entre los yorubàs, la única asistida por Pierre Verger, la ceremonia fue hecha por la tanyinnon encargada del culto a los dioses protectores de una familia tradicional del barrio Houéta. En una esquina de la pieza prin-cipal, ocho estatuas de madera de 20 cm de altura, eran colocadas sobre una banqueta de ba-rro.
Todos vestidos de panós de la misma calidad, mostrando por la uniformidad de sus ves-timentas, pertenecer a una misma sociedad (egbé. Seis de estas estatuas representaban a los Àbíkú y las otras dos a Ibeije. Las ofrendas consistían en Oká (pasta de inhame), obèlá (especie de carurú, èkuru (poroto molido y cocinado en hojas), eran dindi, eja dindin (carne y pescado fritos) que, después del prece (plegaria) de tanyinnon y de las ofrendas de parte de esta comida a las estatuas, fueron distribuidas para la asistencia. Una sacerdotisa de Obatalá asistió a la ceremonia subrayando las ligaciones que existen entre los orishas de la creación, las personas de cuerpos mal formados, jorobados, albinos y aquellos cuyo nacimiento es anormal.

Por lo tanto al contrario de lo que muchos hablan, nada tiene que ver con que un niño ya nace “hecho” en santo.

Consideraciones del autor en los tiempos de hoy:
El legado de los antiguos por sus creencias, historias y ritos de sus prácticas religiosas y culturales, se adapta y se aplican en cualquier tiempo, a través de su sabiduría, con mucha propiedad.
En su tiempo, no hay referencias al aborto, sino por el contrario, el esfuerzo por mante-ner la vida. Por la práctica adivinatoria a través de los bucios, en los días de hoy identificamos a muchos de estos Àbíkú, que percibimos en una segunda instancia, mucho son “criados”, pasan a existir por la injerencia del ser humano a través del aborto, es hasta más simple entender y ver por una óptica y lógica astral/espiritual a la cual simplemente no podemos sacarlo de nuestra mente e inteligencia, o en la peor de las hipótesis, ignorarlas: en el instante en que el óvulo es fecundado por el espermatozoide, esta nueva materia existe ya y provista de alma y espíritu, que los cristianos llaman de “ángel de la guarda” y los yoruba los llaman “orishas”, este fenó-meno consta en la teología yoruba, la leyenda de Ajálá, que será comentada.
Cuando la ejecución del aborto propiamente dicho, el ser humano supuestamente, ejerce el “derecho” de eliminar aquel ser; solamente la parte material, el cuerpo, por el creado a través del acto sexual de procreación, matando de forma definitiva al feto. Pero eso que por el no fue creado, alma y espíritu, ¿donde está, para donde va? Este análisis no es hecho o tenido en consideración, ¿acaso habrá consecuencias? Muchas y muy serías, que aquí describiremos con mucha convicción, pautando las más diversas constataciones a través de los consultados, por más de dos décadas, los síntomas pos aborto, la presencia de aquella “figura” que aparece de una forma genética, oriunda de generaciones pasadas, los que son provocados y vuelven ahora en la misma generación, y los que vuelven en nuestros descendientes, y de la forma más imprevisible posible. La gran mayoría de seres que nacen con deformidades, dolencias graves, muertes prematuras… tienen grandes posibilidades de ser Àbíkú fabricados por el hombre.
En los días de hoy, cuando muere un niño todavía nuevo, hay muchas posibilidades de ser un Àbíkú que está volviendo al cielo, bien como persiste la probabilidad de volver en un próximo niño, en la misma generación o en la próxima; cuando un niño está muy enfermo y corre riesgo de vida, puede averiguar si en la familia, ya hubo casos de aborto o muerte prematura, es bien posible.
Las reacciones, más de la madre que de los padres, en caso de aborto, porque muchas veces el padre no está sabiendo y no participa de la decisión, en su vida, en su día a día son sintomáticas: desequilibrio generalizado en la vida personal, en el trabajo, en la casa, los estu-dios, nada va bien, angustias, depresión, pesimismo, falta de ánimo, aparentemente todo de-bería estar bien, pero las cosas no van. Es la influencia de aquel “ser”, que contrariando las leyes de la naturaleza fue “físicamente” eliminado, el cual esta gravitando en otro plano próximo a los padres, afectando sus vidas con estos síntomas.
Hasta por una cuestión de justicia, no podrá un Àbíkú que fue “generado” por un familiar, aparecer en otra, que nada tiene que ver con el acto irresponsable de otros, y percibimos que un niño que ya nació deformada de alguna forma, o una dolencia grave con muerte, quien sufre realmente en su plenitud son los padres, porque el dolor interno es mayor que el dolor físico, el niño que ya nació de aquella forma, que no sintió y no saber ser saludable, no percibe y no imagina como se siente alguien normal, por lo tanto su dolor o problema, para él son normales.
Esta situación puede y debe ser tratada en su campo espiritual, los antiguas nos legaron instrumentos dentro de la religión yoruba, para hacerlo, a través de los Ebós y ofrendas especí-ficas, que se vale del mismo principio aplicado a los países yorubas, que será “engañar” a los Àbíkú; mucho se puede mejorar y modificar, evidente que en algunos casos es irreversible des-pués del nacimiento, pero cuando es detectado e informado al Babalorixa o Iyalorixa competen-te, por lo que fue descripto, la madre que pudiera llegar a tener un hijo Àbíkú, por medio de los ebos y ofrendas podrá evitar la venida de un ser deformado o con problemas serios, que en realidad, nada más es el retorno en forma de castigo de actos nuestros o de generaciones pa-sadas, de un proceso que nunca fue tratado o interrumpido.
De esta forma se ve que el aborto es una situación que trasciende la injerencia de las personas, pues es algo ligado directamente a la naturaleza, y consecuentemente a Su Creados, modificarla o escaparse de la ley del hombre, pero no a la ley Divina. Este es un hecho porque ninguna religión de la tierra permite el aborto.

sábado, 20 de junio de 2015

El "supuesto axé" de zapatitos de Exu

Zapatitos de Exu!

Este era un tema en el cual casi no quería opinar por la gran cantidad de discusiones que genera, y el mareo que hace con que nunca acabe el tabú, mientras este se come el tiempo de las personas…
Si damos un pantallazo general sobre algunas culturas, encontramos una similitud o ¨casualidad¨ que trasciende de las diferencias de forma y distancia entre las mismas; esta refleja la necesidad de llevar nuestros pies descalzos.
Entre los musulmanes, vemos que todos se quitan los zapatos antes de entrar en la mezquita, un fenomeno parecido ocurre con las meditaciones budistas, ocurre lo mismo entre africanistas, quienes llevan a cabo sus ceremonias descalzos, e incluso algunas ordenes de monjes dentro de los cristianos, como los carmelitas descalzos.
Está claro que para conseguir una buena meditacion o llevar a cabo un determinado trance mediunico de la mejor manera, es necesario que estemos en una buena condicion fisica, y estar comodos. Como todos sabemos, las personas que usan zapatos dentro de la Kimbanda suelen mencionar al frio, como un factor que juega en contra… Por lo que debeería suponer que quienes practican las 3 lineas, reservan los inviernos unicamente para las Kimbandas, ya que dentro del Batuque y de la Umbanda no son permitidos (salvando la umbanda con zapatillas que ya se anda viendo en algunos lugares..., en fin...). Algunos afirman que durante la incorporación, tal fenomeno queda neutralizado ante la presencia de sus guias, mientras que otros no consiguen el mismo resultado, y atraves de esto justifican la implementacion del zapato.
La cuestión aquí es que ademas de la descarga a tierra y de la absorción de la energias revitalizantes que producen el permanecer descalzo, debemos tener en cuenta otros factores beneficos de tal practica.
Andar descalzo, pone en funcionamiento algunos musculos del pie y de la parte baja de la pierna (que casi no se activan con el uso de zapatos), permitiendo asi mejorar el flujo sanguineo, el cual funciona en parte como vehiculo transmisor del ¨Axé de Emi¨, para tener una mayor distribución de energia en todo el cuerpo, e impedir que tanto la sangre como la energia se acumule en las piernas y los pies, reduciendo la presion sobre el sistema cardiovascular, y la presion arterial, los cuales funcionan como los dos mayores enemigos de Okán (corazon). Ademas, el caminar descalzo produce un ahorro de energia, mientras que el usar zapatos aumenta el consumo de la misma, tal como ha sido comprobado científicamente.
Tambien ayuda a mantener la estructura ósea de los pies, permitiendoles funcionar de acuerdo a su forma natural, favorece el sistema respiratorio, y evita las deformaciones en los dedos producidas por los zapatos.
Ahora bien, llendo a lo que simbologicamente representa el zapato, podemos decir que este es simbolo de PROPIEDAD, de algo unido a uno mismo, en definitiva, de ego.
Para que no huela raro, y parezca invento propio, voy a citar ejemplos:
Deuteronomio 25,9 – 10
¨se acercará entonces su cuñada a el, delante de los ancianos, y le quitará el calzado del pie, y le escupirá el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho el varón que no quiere edificar la casa de su hermano. 10 Y se le dará este nombre en Israel: La casa del descalzado¨.
Mostrando que al sacarle los zapatos a una persona, esta pasa a ¨ser nadie¨ perdiendo el respeto de los ancianos, entonces la maxima jerarquía. Perder los zapatos es como preder todo desde este punto de vista, se le quita el derecho a ser uno mismo.
Remitiendose a diferentes culturas, en Arabia es tradición ( o al menos lo era) que el extranjero o forastero entrase a las tiendas o casas de los huéspedes descalzo, mostrando de esta manera, que no tenía afán por ninguna propiedad.
Aprovechando la navidad, la vispera de año nuevo y reyes, podemos observar que los niños ponen sus zapatos a la espera de regalos, fijandose nuevamente la idea de MI zapato para MIS regalos. Por otra parte existe la idea de la media que en algunos paises se usa para recibir los regalos en el arbol navideño, siendo esta tradición, no muy lejana a la anteriormente citada.
En consecuencia, el motivo por el cual uno se descalza en las situaciones en que quiere comunicarse con los planos espirituales, sea el tipo de edificio que sea, sea el nombre de la deidad o energia a ser cultuada. Es para indicarle a las fuerzas ¨superiores¨ que no somos nada, que no tenemos propiedad ni ego que reivindicar, que somos mansos de corazón, y que mostramos humildad en el hecho de descalzarnos.
Cabe aclarar que nadie supone por ¨fiasquento¨a quien tenga una entidad que use zapatos, cientos podrían ser las exposiciones acerca de los hechos milagrosos que estos podrían haber llevado a cabo. Pero a mi parecer, cuando un exú dice querer usar algo que no le corresponde, esa transmisión está siendo subordinada por la psiquis del médium, lo cual no quiere decir que la entidad no esté presente. Debemos entender que no hay nada que establezca que las entidades, tiene una luz superior a la del propio espíritu del hombre (en tal caso se determinaría en la puntualidad de cada caso, pero no ante la suposición de que exu por ser exu, es mas que tu espíritu). Lo claro es que ellos al estar desencarnados y libres del condicionamiento de la psiquis y la materia, transitan con mayor fluidez en el plano astral, y por eso les pedimos a ellos ayuda en ese plano; de la misma manera que los hombres transitamos con mayor fluidez en este plano, y desde el mismo los ayudamos a ellos. Si los mismos no necesitaran de nosotros en el plano material y viceversa, no habría culto. Los mismos se auto alimentarian en el astral, sin depender de axoró ni ningún tipo de ebo. Cuando uno recibe un axé, quien recibe el axé es la persona(su materia) y no la entidad en sí, estos ya no tienen cuerpo, ni psiquis, que los posicione en la necesidad de las cosas materiales, los mismos podrían incluso trabajar sin ropas extravagantes ni objetos lujosos, todo esto suele estar ligado a ese momento de comunión en que ambos se conectan a traves de la incorporación, y es para sacear el ego del propio medium, o en algunos casos para responder a las formas de trabajo bien fundamentadas, acerca de los objetos ritualisticos.
Exú que llega en kimbanda debe responder a las leyes de tal culto, no a las vicisitudes de su hijo, ni a las que el tuvo en vida… por eso no podemos ofrecerle a estos todo aquello de lo cual fueron poseedores en su pasaje por la encarnación, de esta manera, algunos comenzarían a pedir un Harén, moto, un velero para salir a trabajar o las diez mil locuras que se les puedan llegar a ocurrir que una entidad pediría a fin de ¨trabajar¨ si seguimos por este camino. Espero no molestar a nadie con el presente escrito, pero es sinceramente lo que pienso y comparto, a quien le sirva bien, a quien no solo debe desestimarlo. Cordial saludos a todos!

viernes, 19 de junio de 2015

Gongá/Congá/Congal

Gongá/Congá/Congal



En la parte interna de un Terreiro de Umbanda tenemos el Gongá. Con éste nombre se conoce dentro de la religión Umbanda al altar en el cual se encontraran las imágenes propias del culto, teniendo como tales a imágenes de santos católicos (asociadas a los Orisas propios del Africanismo), imágenes de egunes guías, interpretándose como tales a Caboclos, Ogum, Africanos, Pretos Velhos, Maes de agua, Exus, etc. Habitualmente puede estar hecho en madera, de cemento, incluso de barro cocido, etc. Colocando sobre estos las imágenes antes dichas o simplemente una cruz en concordancia al Orisa del Africanismo de nombre Osanlá (Oxala). Entre las imágenes, generalmente entre las de los Egunes guías (no confundir con kiumbas) se suelen colocar las "tuiás" (pembas), garrafos de cachaça (botellas con caña), cachimbos (pipas), charutos (cigarros de hoja o incluso habanos), velas, copas o vasos, etc. Esto es básicamente lo que es un Gongá en Umbanda (altar), en otra oportunidad se hablará sobre el Terreiro en si y su función energética y otros menesteres referentes al mismo. Espero que este pequeño aporte les sea de utilidad, un cordial saludo.

















La cuaresma de Orisas

La cuaresma es el periodo del tiempo litúrgico, (calendario cristiano), que para ellos, comienza el domingo siguiente a las festividades de carnaval y termina en lo que llaman “Sábado de Gloria” o de “Aleluya” destinado por la Iglesia Apostólica Romana, la Ortodoxa y alguna otra, en prepararse para la fiesta de “Pascua”. 

Como vemos, nada vinculado a la religiosidad africana. Asi, el mismo negro, “se inventó” que durante ese lapso los Orixás debían ir a la guerra contra las oscuras fuerzas de las tinieblas, hasta que Oxalá los trajera de regreso el Sábado de Gloria a las diez de la mañana rompiendo el “Aleluya” (?). Los Orixás, según esa creencia que sufrimos en carne propia, eran mandados por nosotros a la guerra (?). El domingo en el que comenzaba la “cuaresma” se hacía un pequeño “toque” en el Ilê llamando a los Orixás, a quienes, luego de “cumplimentar” como es de estilo, (puerta, pejí y atabaque), se les introducía al Pejí y allí se les entregaba una bolsa de tela con ciertos granos que simbolizaban el axê (en este caso, significando la palabra: los alimentos que le serían necesarios para la supuesta “guerra”). 

Se sacaban todos los axés del pejí y despachaban las “cuartinhas”, quedando en el Ilê, además de los “assentamentos”, solo los ecós de “asegurança”. Los Ilés que no hacían ese “toque”, igual despachaban en los matos mas próximos al mismo, las “cuartinhas” y los granos que se creían necesarios para que los Orixás fueran a esa guerra hasta el esperado sábado de aleluya, aunque un día antes, se solía hacer una “limpieza de Xapaná” en el Ilê, sobre los “filhios” y consultantes. El sábado se comenzaba bien temprano, cortando para todos los Orixás, desde Bará Lodê hasta Oxalá, arriando los frentes, las flores, los ecós y demás. Se comenzaba el Batuque en la calle, donde se quemaba un “Judas”, (simbolizando la quema de los deseos negativos, nuestros y ajenos, y todo lo que podría perjudicarnos), una vez quemado el Judas, se dirigían para el interior del Ilê y el Batuque seguía transcurriendo y los Orixás ocupando a sus hijos. 

Gran alegría y felicidad: los Orixás regresaban de la guerra, guiados por el Pai Oxalá En esa creencia y con esa concepción fueron formados los viejos Pais de Santo. Durante ese casi mes y medio, POR CULPA DE ESA TRADICIÓN, QUE NO FORMA PARTE DE “FUNDAMENTO” ALGUNO, no se “cortaba” para los Orixá, ni se realizaba nada que tuviera relación con ellos: servicios, limpiezas, obligaciones, jogada de buzios, etc. 

La actividad, luego de esa prolongada inactividad del Ilê, recomenzaba ese sábado, a las diez de la mañana donde inclusive podían ser llevados hijos en obligación. También es cierto que algunos Ilés, (muy criticados entonces), solo “guardaban la Semana Santa”, como término siendo realizado por todos en la década de los ´70 porque las sucesivas crisis económicas no admitían casi un mes y medio de inactividad. 

PERO LA VERDAD LLEGÓ, fue luego, en la década de los 70/80, que, con las visitas de Pais de Santo a África, (particularmente a la ciudad de Ifê), que “se enteraron” QUE NINGÚN ORIXÁ VA A LA GUERRA EN MOMENTO ALGUNO Y QUE JAMÁS ABANDONA NI SU MISIÓN, NI A SUS HIJOS, tras lo cual la Cuaresma, la “Semana Santa” y la “Pascua”, la vivimos con respeto, pero "NO" las “celebramos”, porque PERTENECEN A OTRAS RELIGIONES.

Desarrollo de una Sesión Umbandista


Habitualmente antes de comenzar todo ritual de Umbanda se debe tener en cuenta que debemos asistir a al misma de corazón limpio y puro, dejando fuera nuestros problemas cotidianos y teniendo fe plena en los Egunes guías de Umbanda como lo son Ogum, caboclos, Pretos Velhos, Maes de agua, Africanos, Boiaderos (solo cultuados en pocas casas en la actualidad) y Exus.

Para comenzar el ritual es necesaria la defumación, pues sin ella no hay armonía energética en el ritual, estarán formados por orden los  abaré, abare mirim y los abaré guazu en la línea, para ser defumados entonando un punto de defumación; sea para Ogum o sea para preto velho, el cacique oficiante procederá a defumar a los adeptos a fin de lograr el equilibrio energético para estar Psíquica, física y espiritualmente aptos para llevar a cabo el ceremonial propiamente dicho.

Se comenzara el ritual con una oración como puede ser un "prece de caritas", un pai nosso, un pai nosso de Umbanda, o una prece de abertura de  trabajos. Se comienza entonando el punto de abertura para todas las líneas, siguiendo con el llamado de guía jefe del terreiro, luego del guía haberse manifestado el mismo  procederá a conformar la línea para comenzar la gira, se van llamando por orden que el cacique lo ordene, dando caridad y cura en las falanges de  preto velho ,Ogum, y caboclo, seguidamente se llamara a las mae de agua para que limpien y descarguen el templo, en ese momento un hijo, despacha el eco de Umbanda bajo un árbol o sobre mata limpia con el fin de retirar toda la carga negativa del lugar y de los presentes y que la naturaleza invierta esa energía negativa en positiva. Se despachara a las maes de aguas, después se procederá a la llamada opcional de los ibeijes o la falange de africano, para restituir la energía en el lugar por aún mas positiva, luego se llama nuevamente a guía jefe del templo (si este dio pasaje) y cerrara la gira retirándose por ultimo.

Luego el jefe ya desincorporado, hará una oración para encerramiento de trabajos, entonara punto para batir cabeza y lo hará el primero seguido por sus hijos de fe, invitados etc., en señal de respeto ,los hijos batirán cabeza al jefe y pedirán la benza al mismo, luego los hermanos y presentes se saludaran en señal de armonía y hermandad.

Finalizando todos los presentes se tomaran las manos y se cantara el himno de Umbanda y al final de este canto todo aplaudirán, al grito de Saravá Umbanda dando así por terminados los trabajos espirituales, todos se retiraran en completo silencio y saldrán del terreiro con la plena seguridad que los guías de Umbanda los ayudaran en su  vida.

Obs.: entendemos necesaria la presencia  de las mae de agua en la gira para que las cargas de los presentes no queden en el recinto al igual que el despachos de eco de Umbanda.

Creemos necesario después de terminados los trabajos espirituales ,realizar una nueva defumacion para dejar nuevamente en armonía el terreiro, y eliminar cualquier vestigio de larva astral que pueda haber quedado.

Con esto no pretendo tener la verdad absoluta, es solo a fin de tener un panorama de lo que habitualmente DEBERÍA hacerse, aunque lo cierto es que cada casa tendrá su modus operandi en cuanto al desarrollo de una sesión Umbandista.